Los llamados "libros históricos" del Antiguo Testamento son en total, dieciséis libros; los exégetas los clasifican en tres grupos: en el primero incluyen los libros de Josué, Jueces, Samuel (dividido en dos libros), Rut y Reyes (también dividido en dos libros); un segundo grupo incluye Crónicas (otros dos libros), Esdras y Nehemías; y por último los de Tobías, Judit, Ester y Macabeos. Vamos con los cinco primeros.
Josué. En primer lugar narra la conquista y distribución de la Tierra prometida. El nombre de Josué es el del líder del pueblo de Israel, el sustituto de Moisés, por tanto. Es muy, pero que muy veterotestamentario, en el sentido de anticuado, arcaico. Llega a ser jocoso el hecho de fomentar la circuncisión masiva del pueblo y nombrar el lugar en el que lo hacen como la "Colina de los prepucios", no, no es broma, así lo llaman. Me llama la atención poderosamente que para ser la Tierra prometida por Dios al pueblo de Israel, ésta ya esté poblada, hasta que incluso tengan que tomar a sangre y fuego las ciudades presentes (eso sí, con una pequeña ayudita divina). Así, por ejemplo, las murallas de Jericó son derribadas con trompetas. Finalmente se reparten la Tierra prometida (Palestina meridional) entre las doce tribus. Es, por tanto, una historia guerrera, sin el más mínimo atisbo de religiosidad o espiritualidad, únicamente se refuerza el famoso temazo del "pueblo elegido".
Jueces. Parece ser que el título del libro lleva a error, pues no son jueces en el sentido moderno de la palabra, sino líderes sociales y políticos. En este libro ya están asentados en la Tierra prometida, pero sigue el ambiente bélico, concretamente la conquista de Canaan. Por otro lado siguen las desobediencias de Israel y los consiguientes castigos divinos. Luego llega una relación de los jueces que a muchos en este país les podría recordar la lista de los reyes godos. Hay alguna historia interesante (principalmente la de Sansón y Dalila) y poco más.
Rut. Este libro narra la historia personal de Rut, viuda que casa en segundas nupcias con Booz, y de aquella, hasta el rey David. Esto, tal vez, recalque que los "caminos del Señor son inescrutables", ya que de una época de gran desesperanza se llega a otra de gran esplendor con el rey David, figura central junto con Moisés o Salomón del ideario mitológico judío.
Samuel I y II. Samuel es el último de los jueces, en su época aparece ya el rey David, que si la mitología hebrea no fuera monoteísta habría que considerarlo casi como un semidiós o un dios menor. En estos libros se contienen hechos fundamentales para la religión judía, que son también ampliamente conocidos por los cristianos: el arca (símbolo de la alianza con Dios) es perdida a manos de los filisteos, aunque recuperada después; David vence a Goliat (historia atemporal y universal del débil derrotando al fuerte)... David es, en cualquier caso, un héroe más "moderno", más verosímil que los del Génesis: se presenta su lado humano, falible, pero también tiene facetas propias de los grandes líderes, de aquellos que concitan la confianza de sus coetáneos.
Reyes I y II. Historia del pueblo elegido desde David hasta el destierro en Babilonia. Hay un notable cambio con los libros anteriores: no se juzga a los reyes tanto por sus victorias militares como por que caigan o no en la idolatría. La figura mítica central es Salomón, que es presentado como un rey poderoso, pero sobre todo sabio y sensato. Contienen estos libros los famosos juicios salomónicos que todos conocemos y que son paradigma de sabiduría y sensatez. Por supuesto, se narra la construcción del Templo, con medidas exactas dadas por un dios caprichoso y detallista. Es un periodo de prosperidad de Israel, pero también con sus sombras: la poligamia e idolatría con construcción de templos paganos para sus mujeres extranjeras. A diferencia de la época del Génesis o el Éxodo, ya se repudia la poligamia. Sin duda la poligamia es útil para que un pueblo crezca exponencialmente, mas luego, cuando ya es suficientemente grande, la poligamia (biológicamente incoherente con la especie humana) es presentada como un gran pecado (véase doble moral). Sin embargo, se permite a los israelitas dominar el territorio de una manera que parece abominable hoy en día: tomar mujeres por la fuerza entre las extranjeras. Esto es, no cabe duda, una forma de colonización salvaje que sigue recalcando el primitivismo, el tribalismo de este "pueblo elegido".
Son estos cinco libros más modernos que los del Pentateuco. Alguno de ellos "es muy literario", con esas historias, pasto de guionistas de Hollywood que contienen personajes impagables, cuasi arquetípicos: Sansón y Dalila, el rey David, el rey Salomón...
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