Y con ésta novela termino de leer la obra completa del malogrado Perec. Antes leí: La vida, instrucciones de uso; La cámara oscura; El secuestro; Las cosas; El gabinete de un aficionado; ¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?; Lo infraordinario; y Un hombre dormido. Traducidas al español tenemos esas nueve novelas de uno de los mayores genios literarios del siglo XX.
Es su primera novela. Diferente y a la vez semejante a las otras. Diferente porque es una novela policíaca, que se inicia con un asesinato y continúa con su justificación y explicación; semejante en la capacidad del autor para enredar la trama, buscar referencias externas a la misma que la enriquezcan o compliquen, ramificar la psicología de los personajes hasta hacerlos verosímiles a la par que torturados... en definitiva, esta novela es el prólogo de uno de los autores más deliciosamente complejos que ha dado el viejo continente.
Leer a Perec es ahondar en un misterio eterno solo revelado a los iniciados, como decantar un precioso licor que hubiese permanecido ignoto durante décadas, como sentir lo que un viejo maestro del Renacimiento hubiera querido transmitir en sus óleos y que permaneciera oculto por los siglos. En cada página de Perec hay una descripción, un giro del argumento o un guiño cultural que dejan tal sabor de boca que le hace lamentar a uno que el "maestro de la rue de Vilin" muriera con tan solo cuarenta y seis años.
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