martes, 16 de septiembre de 2014

Álvaro de Campos

¡Ah, siempre me gustó que se divirtiera la plebe,
porque le soy ajeno a la alegría, pero no a que la tengan!
Yo deseo que sean a su manera alegres.
A la mía no, serían tristes.
Pero yo no pretendo ser como ellos, ni que ellos sean como yo.
Cada uno en su lugar, con su alegría.
Cada uno en su punto del espíritu y hablando su idioma.
Oigo su alegría y, sí, la amo, pero no participo, no la puedo tener.


                      Álvaro de Campos (Pessoa)

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