Segunda novela de la saga La Tierra larga, escrita por Pratchett y Baxter. La novela me ha dejado un poco frío, la verdad, algo que no me pasa infrecuentemente (supongo que a todos) con las sagas. Parece como si el autor de la serie de novelas hubiera repartido tacañamente el argumento de una única novela en tres, cuatro o cinco; eso o que la primera novela es la que verdaderamente merece la pena, y el resto no son sino meros estiramientos del mismo, un poco como los culebrones televisivos, que se alargan indefinidamente mientras tengan éxito de público. Aplicar esto a Terry Pratchett puede parecer injusto, toda vez que en la saga del Mundodisco, de cuarenta y una novelas, el lector no tiene en absoluto la sensación de estar leyendo un refrito de una novela anterior. Tal vez sea culpa del tal Stephen Baxter, autor del que no he leído nada más que estas novelas, pero también hay que tener en cuenta la ambición económica sin fin de las editoriales, capaces de obligar a sus autores a publicar cosas de baja calidad (ahora que escribo esto, recuerdo una novela corta de Pérez-Reverte, La sombra del águila, en cuyo prefacio el autor se justifica de la baja estofa de su novela por exigencias contractuales con la editorial).
Bien, en todo caso, esta novela tiene incluso un título equívoco, pues da la sensación (en los primeros capítulos) de narrar un argumento que luego es muy secundario. A saber: la acción se sitúa en 2040, cuando se han fundado multitud de colonias por todos los planetas de esa Tierra larga (recordamos, la existencia de millones de planetas semejantes al que habitamos y a los que los humanos pueden saltar gracias a un sencillo dispositivo); con el paso del tiempo, esas colonias han ido ganando independencia, hasta el punto de que alguna se empieza a plantear ya dejar la tutela de Estados Unidos (país que reclama para sí todos los nuevos mundos, en disputa con China) y formar un nuevo país. Eso es lo que pasa con Valhalla, una ciudad situada en la Tierra Oeste 1.400.013 (es decir, situada en un planeta que está a un millón y pico de cruces) que ha emitido, junto con otras ciudades de otros planetas, una declaración de independencia del Datum (nombre que se da a la Tierra original). Lógicamente, desde el Datum se proponen impedir esta independencia a toda costa, enviando un dirigible (naves utilizadas para cruzar) con multitud de soldados en su interior.
Bien, pues esto que acabo de narrar se desarrolla en los primeros capítulos de la novela, dejando creer al lector que lo que se viene es una guerra entre los secesionistas y el Datum, lo que encajaría con el título de la novela, claro. Pero ocurre finalmente que no se trata de esto sino de un conflicto con un raza humanoide de perros (de raza beagle, para más inri) que tienen una actitud especialmente belicosa hacia los humanos.
En fin, la sensación que me ha dejado es un poco desilusionante, como si estuviera un tanto deslavazado, o como si se hubiera escrito de forma apresurada y a salto de mata. Una pena, no está a la altura de la saga del Mundodisco.
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