miércoles, 17 de octubre de 2012

Los "hermosos vencidos", primera entrega: Mariano José de Larra




Cuando pensamos en un escritor que acaba sus días voluntariamente, pensamos sin duda en primer lugar en Larra. Fue el escritor español romántico por excelencia, pero los excesos emocionales propios del Romanticismo no quedaron solo en su ámbito creativo, también alcanzaron a su vida. En efecto, Mariano José de Larra llevó una vida de trepidante ritmo romántico, en apenas veintisiete años de vida, fue autor de numerosos artículos que alcanzaron gran éxito, novelas históricas al gusto de la época, fue político reconocido en su lucha contra el absolutismo que todavía gobernaba el país, casó y tuvo tres hijos, viajó por diversos países europeos, fueron públicas sus relaciones con otras mujeres además de su mujer... una vida intensa, sin duda.
Larra se suicidó a sus veintisiete años de un pistoletazo en la sien, en un momento de desaire tras la negativa de su mujer a olvidarse de la separación matrimonial ya iniciada. Fue quizás un ejemplo de talentoso escritor que se suicida por un contratiempo amoroso en una objetivamente exitosa vida. La depresión no asedió a Larra; la sensación de fracaso, al menos a largo plazo, no es el motivo de su suicidio; la soledad o la falta de afecto tampoco se presentó en su vida. No, Larra vivió muy intensamente y murió (escogió la muerte), apenas unos minutos de sufrir una desilusión que consideramos normal en toda vida; Larra sentía tan profundamente, que cualquier sensación era hipertrofiada hasta el paroxismo, hasta la muerte.

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