miércoles, 17 de octubre de 2012

Los "hermosos vencidos", cuarta entrega: Emilio Salgari



Ejemplo claro de creatividad literaria sin necesidad de llevar vidas excitantes. Emilio Salgari pertenecía a una acaudalada familia italiana, trató de obtener titulación de capitán de barco, pero fracasó. Jamás salió de Italia, y, sin embargo, gracias a su desbordante imaginación, fue capaz de describir exóticos paisajes a miles de kilómetros de su Verona natal. Gracias a la ruina económica de su familia, se vio obligado a contratarse por una editorial y publicar diecinueve novelas para poder subsistir, ¡bendita ruina! Fue el Rudyard Kipling italiano, describió paisajes paradisíacos, héroes sin tacha, aventuras fabulosas. En su autobiografía, describió haber navegado por lejanos mares, pero todos sus críticos más autorizados consideran esto una simple fanfarronería. Su vida sí fue exótica en lo anímico, al menos a partir del suicidio de su padre (parece que por motivos económicos) que comenzaría una cadena de suicidios que terminaría en el suyo propio; su muerte no podía ser vulgar, se evisceró con una espada de samurai.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.