miércoles, 17 de octubre de 2012

Los "hermosos vencidos"



Titulo, temporalmente, este ensayo como la novela de Leonard Cohen, como tributo al gran genio canadiense. Trataré de aquellos hermosos ídolos de la sociedad, dotados de una inteligencia y sensibilidad superiores al resto; aquéllos que nos han hecho soñar a todos, con sus novelas, poemas, ensayos, dramas... aquéllos que nos han guiado hacia el Parnaso literario, modelos a imitar para aquellos de entre nosotros que tratamos de hacer de la literatura nuestra vida en uno u otro modo.
El epíteto es una cesión a la sociedad en la que vivimos. Quizá nadie pueda ser vencido o vencedor, siendo estas calificaciones totalmente subjetivas y variables a lo largo de la historia de la humanidad. Considero que, según nuestro orden social, son vencidos aquéllos que voluntariamente se “quitan del medio”, se arrojan a lo desconocido, “hacen mutis por el foro”, es decir, los suicidas.
Harto difícil es caracterización de alguien como suicida, toda vez que siempre surgen dudas sobre la voluntariedad en la llegada del óbito. Veremos como en prácticamente todos los sujetos a estudiar, la duda sobre la muerte accidental siempre planea, quizás como una forma de piedad ulterior, habida cuenta del terrible descrédito que el suicidio ha tenido siempre en la sociedad occidental.
El suicidio siempre ha sido considerado un signo de cobardía, de falta de arrestos para enfrentar la vida y sus problemas, pero qué pensar cuando los suicidas son nuestros ídolos, aquéllos que han demostrado sobradamente su superioridad en todos los ámbitos. En estos casos nos trastorna el hecho de “tomar la tangente” en gente que ha alcanzado un nivel creativo que nosotros nunca alcanzaremos; en cierta forma, nos hace interrogarnos qué excusa podemos ponernos nosotros mismos para no emularlos, cuando nuestras vidas serán considerablemente más mediocres que las suyas.
He elegido doce literatos que terminaron sus días de forma voluntaria. No ha sido fácil, puesto que son cientos los suicidas entre los que consagraron su vida, profesionalmente o como aficionado, a la creación literaria. La elección viene marcada por intereses personales así como por mayor cercanía cultural. Son los siguientes:

  • Mariano José de Larra
  • John Kennedy Toole
  • John William Polidori
  • Emilio Salgari
  • Jack London
  • Cesare Pavese
  • Stefan Zweig
  • Sylvia Plath
  • José Agustín Goytisolo
  • Ernest Hemingway
  • Virginia Woolf
  • Primo Levi

Estos doce nombres se encuentran entre los más laureados de los tocados por las musas literarias, y todos ellos acabaron con su propia vida. Grandes diferencias les separan, pero también encontraremos cercanías notables, obviamente la mayor la forma final de su vida.



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